Por qué Darín es Darín

Hoy cumple años Ricardo Darín. ¡Feliz cumpleaños, Ricardo! Sos uno de los mejores actores de todos los tiempos de nuestro país y habla hispana. Y aquel que dirige sin dirigir, es gran compañero de elenco, y un productor nato. Pero sos algo muchísimo más valioso que eso y en el día de tu cumpleaños quiero escribir la siguiente reflexión porque la memoria es traicionera y hay que hacer lo que uno siente en el momento.

DARIN es DARIN porque es un tipazo. Lo sé porque soy de San Nicolás de los Arroyos, ciudad en la que nació Florencia Bas, su mujer y donde nacieron también sus hijos: el “Chino” y Clara. El tío de Florencia, Román Bas, es obstetra. Me sacó del vientre de mi madre al nacer. Y allá, en mi ciudad, quienes lo conocen y frecuentan, lo aman. Es uno más en las reuniones de cumpleaños, navidades o cenas de fin de año.

DARIN es DARIN porque está más allá del talento, de la taquilla, del prestigio, del Óscar, y del Globo de Oro, del premio Donostia de San Sebastián, DARIN es un tipo que te respeta, que es humilde, que sabe quien es (sabe que es grosso grosso), sabe lo que representa en la sociedad y cultura y obra en consecuencia.

Lo explico: Si a DARIN se le planta un periodista de una radio FM pequeña, esas que se hacen a pulmón, de San Francisco, Córdoba, le dará la misma importancia y lugar que a un periodista de La Nación, Pagina 12 o New York Times. Gana el Globo de Oro con Argentina, 1985 y el tipo responde los WhatsApp de los periodistas. DARÍN, ¿entienden? Nuestro Messi de la actuación. Hay mucha gente del medio, nuevo “famosos” que te clava el visto y no llega a ser la uña encarnada de DARÍN.

DARÍN es DARÍN porque tiene calle, sabe lo que es salir a remarla todos los días, no nació en cuna de oro. Sabe lo que es el rugir de las entrañas y ser feliz con un arroz con queso. Es familiero, ama a su esposa, lo demuestra en público y en lo privado, le encanta ir al campo cerca de San Nicolás, camina por Palermo, mantiene sus vínculos y amigos de siempre cerca. Se alimenta de ellos.

DARÍN es DARÍN porque dice lo que piensa. Es libre. Independiente. No le debe nada a nadie ni rinde pleitesías. No se casó con ningún partido político. Se bancó duras críticas por el solo hecho de decir lo que pensaba políticamente. Y por eso, el es libre, y al poder político a eso le jode. Es un grano en el culo. No lo tienen agarrado de las bolas. Entonces, se puede cagar en todo. Aunque no lo hace. Es crack. Muy inteligente. Y si alguna vez sintió que se equivocó, porque es un ser humano igual que todos, levantó la mano.

DARÍN es DARÍN porque le hace publicidad a un restó de Bariloche de onda, sin buscar guita, en plena alfombra roja de los Globos de Oro. Porque te habla de que le dijo que NO a Hollywood en su momento porque lo que le ofrecían tenía una connotación profunda de discriminación hacia los latinos y que él prefirió sus principios y no las luces ni los miles de dólares de la industria cinematográfica más importante del mundo. “¿Y? ¿Para qué sirve la guita? ¿Vivir mejor de lo que yo vivo? Yo me pego dos duchas calientes por día”, dijo en una entrevista con Alejandro Fantino.

DARÍN es DARÍN porque te deja un aprendizaje. Me pasó cuando lo entrevisté junto con Leonardo Sbaraglia por Nieve Negra (foto). Le pregunté qué porcentaje de suerte debía tener un artista en la carrera. Respondió: “bastante”. “¿Cuánto es bastante, Ricardo?”, repregunté. “Y, mirá, un 20/25 %”. Lo miré, me miró.

Y acá vino el aprendizaje que me dejó: “cuando la suerte te encuentre tenes que estar preparado. Sino no te va a servir la suerte. Si vos haces comedia musical y dejaste de bailar, cantar, de cuidarte, te llaman a un casting cerrado, vas y es probable que no quedes porque no estabas preparado. La suerte a todos nos aparece, pero hay que estar preparado”

DARÍN es DARÍN porque te dice “no bajes los brazos amigo, la suerte existe, pero el 75%, es decir, la mayoría de un todo, depende solo de vos”. 

DARÍN es DARÍN porque trasciende.