Dejarse ayudar

Hoy 25 de abril del 2024 lancé mi primer sorteo en mi Instagram y las sensaciones que me invaden son muchísimas. La respuesta leal de los seguidores, su confianza depositada, sus lindas palabras de buenos deseos, que valoren mi labor periodístico para mantenerlos informados, y una banca que me emocionan a tal punto que se me caen las lágrimas.  

Hace unas semanas había prometido que si llegaba(mos) a 30 mil seguidores iba a realizar un sorteo y aqui estamos. Lo prometido es deuda. El motivo del sorteo es seguir creciendo en la cuenta, sumar seguidores, nadie lo dice, pero es así, y como consecuencia -para mi la más importante- es hacer feliz a alguien que tal vez no pueda comprarse un iPhone, lo necesite para trabajar, para estudiar, o porque se le acaba de romper el suyo. 

Por eso es muy importante que sepan que NO ES CANJE. Y tampoco llegaba a comprar un equipo Apple solo que cotiza en dólares en un país en crisis como Argentina. Decidí llamar a mis dos amigos, Nani y Seba, les conté mi idea y sin dudarlo se sumaron, ponían cada uno el otro 33% para poder comprar el iPhone. Mis amigos, que reman todos los días como yo, tienen sus emprendimientos, que merecen ser conocidos y ahi va conctandose todo. Que cierre el círculo. 

Cada uno metió mano en sus ahorros y pusimos dinero para hacerlo posible. Creo que eso habla más de la confianza, de la generosidad, de la amistad, del convencimiento y de las ganas de seguir apostando a nuestros sueños armando un EQUIPO. Tengo grandes amigos, laburantes, y aqui estamos, unidos nuevamente, ahora en un sorteo. Soy un agradecido a la vida, a la Virgen y a Dios por tenerlos en mi vida. También por tenerlos a ustedes leyendo esta nota. 

Suelo decirles a mis seres queridos, familiares y amigos, en charlas de sobre mesa o de desilusiones, que uno tiene que dejarse ayudar. Porque a veces los golpes de la vida, los miles de NO (tuve y tengo miles), las traiciones, y las INJUSTICIAS, hacen que uno se cierre, y quiera hacer todo solo. Otros no lo hacen por NO MOLESTAR.

Se los dice alguien que es orgulloso pero que con el paso del tiempo fui aprendiendo en esto que les estoy contando. Durante toda mi vida recibí ayuda: ayudaron a mi familia cuando estuve enfermo, me ayudaron con una beca, me dieron techo familiares y amigos en Buenos Aires para que pueda estudiar, me han ayudado con plata, me han ayudado con un abrazo, con una palabra de aliento. Y aqui estamos.  

¿Saben qué les digo cuando hablamos de la vida y de dejarse ayudar? Que desde el día uno, desde el día que salimos del vientre de nuestras madres, ese día que festejamos cada año como el día de cumpleaños: NECESITAMOS AYUDA. Necesitamos ayuda para poder salir a la vida, de una obstetra, de una enfermera, de una mama pujando con tanto dolor y amor, y por supusto de la Virgen, Dios, universo, no importa el credo, importa en creer. 

Aquí estamos, ayudándonos entre amigos, ayudándome ustedes a hacer crecer mi comunidad en Instagram, y ayudando a alguien a tener -tal vez- su primer iPhone. 

Dejense ayudar. 

Gracias por estar. 

Los amo.

Aqui estamos. Ustedes y yo. 

Gustavo Mendez.