Joaquín Sabina, el cantautor y poeta español con décadas de trayectoria, decidió poner un punto final a su vasta carrera musical, y anunció su retiro de los escenarios. Sin embargo, no se despedirá de su público sin antes deleitar a sus fanáticos con una última gira que promete ser inolvidable, por lo que acompañado de su esposa, ya llegó a la Argentina donde dará 10 shows «sold out» en el Movistar Arena de Buenos Aires.

Todos los detalles de la estadía de Joaquín Sabina en la Argentina

El reloj marcaba las 15.30 cuando el artista de 75 años, acompañado de su pareja de hace más de veinte años, Jimena Coronado Merel, arribó el domingo a La Mansión del Hotel Four Seasons, donde estará alojado a lo largo de casi un mes. Cabe destacar que es su lugar elegido en todas y cada una de sus visitas a la Argentina y su última gira, Hola y Adiós, no es la excepción. El patio y el restaurante son de sus lugares preferidos.

La gira despedida, Hola y Adiós, comenzó en febrero y el artista tiene pautado recorrer durante 11 semanas México, Estados Unidos, Costa Rica, Colombia, Perú, Chile, Uruguay y Argentina.

Tras una breve pausa seguirá su rumbo a España y Europa, hasta el final que está dispuesto en el mes de noviembre. 

El comunicado en el que Joaquín Sabina anunció su última gira 

“Con esta nueva gira, Sabina nos brinda la oportunidad de despedir unas canciones que, aun siendo demasiado jóvenes para la eternidad que les aguarda y que de tan nuestras ya no parecen venir de un cantautor, sino de las fuentes mismas de la tradición popular, resistiendo incólumes el paso de sucesivas generaciones, nunca más serán cantadas ante miles de personas por su propio autor, que jubila su faceta de trotamundos guitarra en ristre celebrando su propia supervivencia con este convite de despedida. Con todo, como el tahúr que conoce sus cartas y cómo marcarlas, Joaquín adelanta que tras este Hola y Adiós ya no habrá más periplos interminables por recintos multitudinarios, pero se guarda en la manga el as de reaparecer a placer, sea porque las musas le susurren poemas o canciones que merezca la pena compartir, o porque le piquen las ganas de subirse a cualquier entarimado para darse, darnos, un homenaje”.