Guillermo Andino en La Pasión: la entrevista completa al conductor de la TV Pública

El periodista habló de todo en un mano a mano imperdible en el Stream Room de la TV Pública.

GM: El tipo puede cambiar de todo, de cara, de familia, de religión, de novia, pero hay una cosa que no puede cambiar, no puede cambiar la pasión. ¿Qué es para vos Racing Club de Avellaneda, Guillermo Andino?

GA: Gustavo, un gusto estar acá. Hay una bandera en la cancha que vengo viendo desde que tengo uso de Razón, que dice “Racing una pasión inexplicable”. Porque las pasiones muchas veces no tienen un sustento que podés racionalizar. Es algo que o vos elegís o vos heredás y precisamente el fútbol es eso. Fíjate que lo poco o casi lo único que hoy une a los argentinos es una gran victoria de la selección, un campeonato del mundo, donde cinco millones de personas que probablemente ideológicamente están escindidas en diez partes distintas, están unidas precisamente por un sentimiento futbolero de una selección como ésta que nos representa. Eso es el fútbol. El fútbol es vibrar con la camiseta, con los colores. Ya Enrique Santos Dizépolo, allá por 1951, cuando hizo una de las películas más icónicas del fútbol, lo llama El hincha, decía esto que vos acabás de describir y lo que significaba para él en una década efervescente, en medio del final del primer gobierno peronista, lo que significaba que miles y miles de personas fueran a la cancha.

Es eso, es el cambio de humor. Increíblemente, no, porque hasta puede ser pueril. Te podés llorar, podés estar bien, te puede mejorar el humor hacia el infinito si Racing gana o pierde y debo decir que sí porque lo he vivido.

GM: ¿Cuáles fueron los momentos más alegres y más tristes que viviste con Racing? siendo hincha de Racing

GA: Bueno, sin lugar a dudas, el momento más triste fue el descenso de categoría en 1983.

GM:¿Te acordás?

GA: Yo estaba en la cancha, tenía 14 años, un partido con Racing de Córdoba.

GM:¿Estabas solo?

GA: No, estaba con mis primos, estaba con los tíos, estaba con amigos y estaba la policía que te pegaba palos y estaban los caballos adentro de la tribuna.

GM:¿Contra quién jugaban?

GA: Contra Racing de Córdoba. Fue nuestra sentencia, en un contexto muy particular porque se crean los promedios

GM: Claro

GA: De los dos años anteriores porque por puntos en ese torneo Racing no se hubiese ido a la B, se hubiese ido River pero el promedio de los últimos dos años sumado al actual, al de ese año 83. Nos dejaba últimos y nos fuimos a la B pensando que ese primer campeón del mundo, ese equipo que representó alguna vez a todos, porque cuando Racing sale campeón del mundo el gordo Muñoz en su relato dice “gol argentino, gol de Racing”. La primera obtención internacional a la Argentina la trae Racing. Años después, 16 años después, ese mismo equipo en el peor de sus momentos descendía, algo que yo pensé que nunca podía llegar a pasar y lloré, lloré en la cancha.

GM: ¿Y después cómo fue volver a la escuela siendo hincha de Racing, a tu casa?

GA: Difícil, muy difícil. Muchas veces fue difícil volver a la cancha después de ver a Racing. En ese mismo año yo estuve el día en que una bengala en la cancha de Boca le atraviesa el cuello a un joven de apellido Vasile.

GM: Tragedia.

GA: Totalmente y la veíamos venir un Racing-Boca e increíblemente ese partido se juega igual y sale 2 a 2 y era otras normas, otro contexto, pero la vimos venir y no, porque no fue la primera bengala que le quita la vida a ese joven, fue la tercera o la cuarta. Bengalas marinas que tiraban desde la hinchada de Boca a la hinchada de Racing. Una cancha que de a poco se fue llenando y cuando empiezan a tirar las bengalas ya yo casi que no podía poner los pies en el cemento. O sea, algo iba a pasar si iba directamente a la gente.

Hasta que pasó. Es increíble pensar que pudieron ingresar esas bengalas, que se tirara no una, sino dos, tres, cuatro, hasta que terminó dando en una persona y fue muy triste porque en aquel momento no existían celulares. Las calles de la Boca se convirtieron en un infierno y yo llegué a mi casa a la una de la madrugada, mi mamá llorando.

GM: Eso la preocupación

GA: Mi viejo, porque las radios decían que había muerto un joven. ¿De qué edad? De 15, como tenía yo.

GM: Si no había celulares.

GA: Exacto, ni tampoco podías parar en un teléfono público porque era una pelea en la calle, una bataola. Mi viejo en ese momento era secretario de redacción del diario Clarín y preguntaba la identidad y nadie se la sabía decir.

GM: Lo que fue ese abrazo del reencuentro.

GA: No, no, sin duda. Llorando, llorando porque yo también me entero lo que había pasado cuando llego a casa con más detalles. Hubo vueltas maravillosas a lo largo de la vida y del tiempo porque hoy estamos viviendo, afortunadamente, otro clima, un clima positivo, un Racing positivo.

GM: Un Racing campeón de la Recopa.

GA: Exactamente y siete estrellitas que se sumaron a lo largo de los últimos diez años. O sea, la taba se da vuelta, el fútbol siempre te da revancha. Así como decía mi viejo que el tango te espera, el fútbol te da revancha. Y hoy estamos viviendo buenas épocas pero a mí me tocaron esos 35 años fatídicos de no salir campeón.

GM: Eso te iba a decir que si tal vez uno de los momentos más felices de tu vida fue después de tantos años volver a salir campeón con aquel Racing de Mostaza Merlo. ¿Ese fue tal vez un momento muy feliz de tu vida o elegís otro de Racing?

GA: Como momento más feliz de mi vida elijo otro que no tiene que ver con el fútbol.

GM: Pero bueno, quiero ir a Racing porque después hablamos de ya sé dónde vas a ir, pero de Racing.

GA: Sí, te digo hubo dos que se concatenaron. Un partido con River que es el que un gol de Bedoya, que es el uno a uno, que de alguna manera ese empate nos da la posibilidad de seguir con la misma diferencia faltando dos o tres partidos. River era nuestro inmediato seguidor.

GM: Por eso el paso a paso.

GA: Exacto. Viene el partido con Banfield en cancha de Huracán en donde empatamos, en donde hoy con VAR. Los dos goles que nos saldaron. Eran goles lícitos del Petiso Esteves y ahí es donde Mostaza se calienta y le dicen, “Mostaza se dijo en el paso a paso” y él dice “ no, no, vamos a salir campeón”. Se calienta y se va todo al carajo. Ahora tengo que decir porque era un mensaje al hincha y a los jugadores.

GM: Claro.

GA: ¿Entendés? Porque ese empate lo pone más cerca a River.

GM: Era el último tirón.

GA: Exactamente. Y después la consagración en Vélez después de 35 años.

GM: Y otro momento que recuerdes, puede ser en un campeonato, sino algo que compartiste.

GA: Si laburando en el año 1988, Supercopa. Yo empiezo a trabajar en el 87, 18, 19 años. Muy joven, empecé haciendo policiales y fútbol y lo que venía y lo que venía. Y el director del noticiero, Sergio Villarruel, me hace, me da la posibilidad de seguir la campaña de Racing en ese momento. La Supercopa, lo que hoy podría ser la Sudamericana. La Libertadores y la Supercopa. Y que Racing gana. Entonces hago toda la Supercopa y me voy a Brasil a ver el partido definitivo.

GM: ¿A Río?

GA: Contra Cruzeiro, sí. Empate uno a uno, ganamos acá. Y Racing se consagra campeón y vengo con el coco Basile en el avión. Vengo con Gustavito Costas, hoy técnico. Vengo con todo el equipo. Una cosa maravillosa, maravillosa.

GM: Si tenés que elegir una remera, una camiseta o algo de Racing que lo tenés en tu casa y que es lo más preciado que vos tenés. ¿Qué es?

GA: En mi memorabilia tengo muchos objetos que son mis joyas racingistas que guardo. La camiseta de Rubén Paz del primer partido contra Cruzeiro en cancha de Racing.

GM: ¿La que usó él?

GA: Claro, usada y firmada por él.

GM: Una reliquia. Para los hinchas de Racing es una reliquia.

GA: Tengo reliquias de cosas que no viví. A ver, tengo una camiseta del año 67 original firmada por Tito Pizzuti, del equipo campeón del mundo. Tito Pizzuti, una gran persona.

GM: ¿Lo tenés en cuadros?

GA; Sí.

GM: ¿En qué parte de tu casa?

GA: En mi museo.

GM: Ah, tenés un museo en tu casa.

GA: Sí, en lo que un periodista amigo y además pariente, Facundo Pastor, él bautizó como Andinolandia.

GM: Andinolandia.

GA: Exactamente. Bueno, tengo las entradas sin sacar el troquel del Racing campeón del mundo. Me guardé la de Vélez firmada por Mostaza. Tengo la pelota con la que jugamos el último partido para salir campeones en la cancha de Tigre, el equipo de Coudet. Tengo infinidad de camisetas firmadas por Milito, por Lisandro, por el propio Gustavo Costas del 88. Bueno, Rubén ya te lo mencioné. Por el Coco Basile. El Coco es un emblema como jugador, como técnico. Tengo muchos, muchos objetos.

GM: Yo soy hincha de Boca y yo digo, cómo me hubiera gustado que el Burrito Ortega juegue en Boca, que sea de Boca. ¿Con qué jugador independiente te pasó diciendo, che, qué buen jugador me hubiera gustado que sea, juegue en Racing?

GA: Y con el que más sufrí.

GM: ¿Con cuál?

GA: El Bocha. El Bocha era un jugadorazo.

GM: ¿Lo sufriste en la cancha?

GA: Sí.

GM: ¿Lo veías en la cancha?

GA: Y después jugué con él en las canchas de Marangón y al fútbol. Y le dije, Bochita, cómo te puteé, cómo te quiero y cómo te admiro. ¿Cómo me hiciste sufrir, sabía?

GM: Aparte, un tipazo.

GA: Sí, sí. El gran tipo, Burru Chaga también. Jugué con él, con Burru. A ver, jugué con el Turco García, jugué con Rubén Paz, pero en las canchas de Marangóni y en la calle en Coronel Díaz y Las Heras, donde jugábamos con toda la gente del noticiero, donde jugamos años con Juan Pablo Varsky, con Miguelito Simón, con muchos periodistas de deporte, con el director noticiero en ese momento, con Leo Flores. Marangóni estaba presente.

GM: También emblema independiente Marangóni.

GA: De Boca y de Independiente, seguro. También jugué con el. Marangón, bueno, pero te digo, más identificado y además la única camiseta que vistió fue Bochini, fue la de Independiente.  Un mago, la verdad que la tenía atada. Hay que reconocerlo

GM: Eso está bueno

GA: A ver, yo no odio a Independiente, lo quiero como rival, le quiero ganar siempre.

GM: Y se potencia el fútbol.

GA: Y claro, y es como un circuito virtuoso para quien bien entiende el fútbol. No podemos vivir el uno sin el otro.

GM: Claro, con tan cercanía de los estadios, el mismo barrio.

GA: Esto me lo dicen, cuando Raze fue a la B, ellos querían jugar de vuelta al Clásico, cuando ellos fueron a la B y extrañábamos jugar con Independiente.

GM: Claro, claro. Tus hijos, porque, a ver, en el canal me dice muy amigo de Marisa, fanática de Racing, los tres pibes fanáticos de Racing, el marido, se fueron a Paraguay, hicieron una movida bárbara. ¿Cómo es Racing en tu familia?

GA: El tema es así, todo el mundo sabe que mi viejo era de Huracán, pero yo no digo que esto fue un fracaso pedagógico, ni mucho menos,no, la insistencia y el arrastre lo tenía la parte de la familia de mi vieja, los Colombos Callanos.

GM: Claro, el nombre de tu mamá, recordamelo

GA: Blanca

GM:Blanca

GA: Le mando un beso a la vieja, que ella es de San Lorenzo, criada en el barrio, sobre la calle Rosario, en el barrio de Caballito.

GM: Unos padres que eran rivales en cuanto a clubes.

GA: Sí, tal cual, pero a ver, mi vieja porque tenía el carnet y un poco para llevarle la contra a mi vieja, decía que era de San Lorenzo y había sido socia, había hecho patín. Antes la vida social se vivía mucho en los clubes. Así como mi viejo hizo boxeo y básquet en Huracán porque era oriundo de Parque Patricio, mi vieja al tener más cerca al Club San Lorenzo, sobre la Av La Plata, era socia de San Lorenzo, y pasaba mucho por allí, las actividades. Lo que hoy pueden ser los countries, antes era el barrio y el club, que te identificaba mucho. Pero bueno, al ser clubes que tenían un abanico nacional, mis tíos me llevaron a ver a Racing de chico.

GM: ¿Y te enamoraste?

GA: Lo elegí, sí, me enamoré. Y mi viejo no me insistía, no es que me decía, tenés, no, al contrario. Y entonces fue una elección propia, pero yo agarro el Olé, lo primero que hago es leer Racing y después Huracán. Además, el palco de periodistas del estadio Tomás Adolfo Ducó lleva el nombre de mi papá. Exactamente. Pero bueno, fue una propia elección y nosotros sí, como padre y mi hermana, como encima, tuvo la suerte, casualidad, destino, de encontrar a un marido.

GM: Sí, tu cuñado.

GA: Mi cuñado, Marcelito Belcoff. Abrazo para toda la flía. Te imaginas, mis tres sobrinos, fanáticos, inoculados. Mi hija, Sofía, la que digo cronológicamente, Sofía, 24, chiquita a la cancha. Vicky, Monchi. A veces te relajas un poco y te toca un partido, domingo 9 de la noche. Digo, mañana me tengo que levantar a las 6. Papá, vamos, ya con 10 años. Papi, vamos, vamos, jugamos.

GM: Ah, te piden, te piden ir a la cancha.

GA: Sí, obvio, hay demanda, ¿entendés? Y vamos, y vamos. Yo vivo en San Isidro, y aunque llegamos después a la una, hoy la mayoría de las veces estamos llegando más contentos que tristes.

GM: Claro, claro. ¿Y el peque? Ramón.

GA: Sí, bueno, Monchi.

GM: Monchi, por eso le pusiste obviamente el nombre de tu viejo.

GA: Por papá.Sí, hay una vieja tapa de Caras, una nota que nos hizo Héctor Maglieri, le mando un abrazo, con el nacimiento. Todavía no sabíamos si era Sofi o Ramón, que dice, si nace varón, le voy a poner el nombre de mi viejo. Entonces yo iba siempre a la parte y le decía, no me digas, porque el obstetra se pudo haber equivocado. Le daba la camiseta, pero bueno, adquirieron también esa pasión las chicas. Y bueno, Monchi, la tendencia a ser futbolero también te lo da el arrastre de la selección. Ellos nacieron con la selección campeona del mundo.

GM: Sí, claro. Messi, el Dibu

GA: Entonces no solo Ramón, en este caso es de Racing, sino que además, porque coleccionamos figuritas, porque ve la Champions, porque ve todo lo que pasa afuera, sabe más que yo hoy. Yo le digo, Monchi, ¿cómo era el arquero del Nottingham Fort? Eh, te lo dice. Sabe todo, ni hablar del fútbol local.

GM: Hay un futuro tal vez periodista deportivo ahí atrás, ojo

GA: ¿Por qué no? Él dice que es youtuber.

GM: Ah, ok.

GA: Vos entras a Monchito no sé cómo es

GM: 10 años

GA: Nosotros lo cuidamos, vemos lo que hace. Pero a lo que voy es que los chicos tienen la suerte de ser contemporáneos de Messi, ¿entendés? Y de que el fútbol los entusiasme aún más, porque el capítulo uno del fútbol hoy es la selección nacional. Y todo eso que se derrama después a la pasión de su propio club. Pero digo, la selección te ayuda un montón, hasta para los pibes que no les gusta el fútbol.

GM: Claro, claro. ¿Dónde te ubicas en la cancha de Racing? ¿En qué zona?

GA: En la zona de platea, zona A, platea número 100, 101 Caro, 102 Ramón. Después está mi hermana, Marisa. Está mi cuñado. Acá está un amigo, el Turco Beyd, ex socio y amigo. Todo el grupo atrás, mis primos. Si se quiere, está techada por la construcción misma de lo que es la platea alta.

GM: ¿Te cruzas en la cancha con Guille Francella?

GA: Con todos, sí, con Guille Francella.

GM: ¿Cómo son esos encuentros con Guille Francella en la cancha?

GA: ¡Guillermito, Guillermo! Así, obvio.

GM: Los tocayos

GA: ¿Cómo la ves? Porque la previa, que es maravillosa…

GM: Porque él va con el hijo también, va con Nico él.

GA: Claro. Se da en el hall de honor, el hall central.

GM: Bien, ahí es la previa.

GA: Entonces, ahí además hay monitores, porque vos vas a la cancha y se está jugando un partido que, a lo mejor, tiene que ver el resultado con cómo vos te ubicás en la tabla o estás jugando tu equipo grande y estamos mirando, estamos tomando café. Entonces, viene Guille, viene Luisito Otero, viene Marcelo Bonelli, viene Melconian. ¿Entendés? Estamos todos ahí charlando y vienen viejos amigos y gente. Porque vos te terminaste haciendo amigos, yo tengo mi misma platea desde principios del 90.

GM: Claro, vos das vuelta y ya conocés a toda la gente.

GA: Nadie cambió, salvo alguno que partió porque en aquel momento era como el abuelo de todos, pero en ese lugar están sus hijos y sus nietos, que es maravilloso ver lo transgeneracional. Porque la cancha también es la previa y es el después. Y, bueno, obviamente, en el medio lo más importante es el partido pero todo lo que es la cátedra y el que te dice, mirá que hoy juega y la opinión y que tendría que estar… Eso es maravilloso, eso es maravilloso.

GM: ¿Tu jugador preferido de Racing cuál es?

GA: ¿A lo largo de la historia?

GM: Sí, tenés que elegir uno.

GA: Uy, qué malo que sos.

GM: Soy muy malo, sí, tenés que elegir uno.

GA: A ver… ¿Qué cosa? Porque son distintas épocas que he vivido.

GM: En tu corazón hay uno que…

GA: Yo te digo, hoy lo pongo a Lisandro, a Licha López.

GM: ¿A Licha López?

GA: Sí, lo pongo a Licha

GM: Te a dado mucha alegría

GA: Sí, volvió, volvió bien, salió campeón. Sí, hoy lo pongo a Licha. Pero después puede venir Milito, puede venir Rubén, puede venir el propio Costas, puede te hago dos equipos.

GM: Claro, obvio, obvio. Trajiste un libro de Los Beatles. ¿Qué son Los Beatles para vos?

GA: Los Beatles son la primera banda de rock de afuera que yo escuché por un vecino, amigo que vivía. Nosotros vivíamos en el cuarto B, ellos vivían en el cuarto A.

GM: ¿En Caballito?

GA: Claro. Y él era un poco más grande que yo. Un día, viste que te hacés amigo… Sí, obvio. La familia Hans era. Vengan a comer, fuimos a comer, estaba escuchando Help. Digo, me encanta esto. Yo por mi hermana ya venía, te habló cuando tenía ocho años, Marisa tenía once, Marisa me llevaba tres. Ella escuchaba lo que escuchaba su novio, que le llevaba uno o dos años, o sea, Sui Generis, Seru. Todo lo nacional estaba. Lo que no estaba eran Los Beatles para mí. Escucho Help y digo, qué lindo esto. Y me muestra el disco, viste, que estaban así. Empiezo a mirar y le digo a mi mamá “ mamá, ¿me lo comprás?” Viste así, ocho años. Me dice, si te va bien en el cole, te lo compro.

Yo iba a la escuela en Parque Patricios, la escuela Inmaculada Concepción de los Hermanos Maristas, Caseros y Labardén. En Diagonal había una disquería, no sé si todavía existe. Y yo todos los días, después de que mi vieja me dijo, bueno, si te va bien, te lo compro. ¿Qué hacía? Mi mamá me iba a buscar, le decía, mamá, me llevaba de la mano, ¿me puedo ir a la disquería? Y descubrí que no solo existía Help, sino que existía Love Me Do, que existía Rapper Soul. Pero yo decía, ¿son los mismos? Porque yo después veía unos barbudos con pelo largo, ¿entendés? Y de chico me empecé a meter en la historia de los Beatles. Me he leído 20 libros, pero el arjé de todo esto, el génesis de todo esto, está en ese disco que escuché y que me enamoré. Y dije, qué linda música. Y bueno, y el primer disco, te imaginás que estudié más que nunca y mi mamá me compró Help – Socorro. Y después fui, bueno, si te va bien al final, y fui así coleccionando. Después le preguntaba a mi viejo. Mi viejo que me cuenta que en una gira que él hace como periodista, después de la muerte de Kennedy, escuchá esto, Kennedy muere, lo sucede Lyndon Johnson en el año 64.

Él estaba presente en Estados Unidos cuando los Beatles se presentan en el show Dead Sullivan, que se calcula que lo vieron 73 millones de personas por rating, y mi viejo estaba ahí viéndolo por televisión. Está con el Turco Esdrech, otro gran periodista policial que ya no está entre nosotros. Pero bueno, empiezo a descubrir millones de historias. Mi viejo tanguero, amigo de Larrea, que le gustaba también el folclore, el jazz. Empezamos a intercambiar.

GM: Bien, ¿fuiste a Liverpool?

GA: Fui a Liverpool.

GM: ¿Y qué encontraste ahí?

GA: A ver, fui a las casas donde vivieron ellos.

GM: A todos, hiciste el recorrido.

GA: Sí, hice el recorrido, bien nerd, Liverpooliano.

GM: Las esquinas donde estaban las fotos, todo.

GA: Sí, fui con amigos de la facultad, una banda de Beatlemaníacos, éramos 5 o 6, que pasamos Año Nuevo en Londres, año 91. Esos viajes que podías hacer en 92. Caímos en Londres, el primer destino.

GM: Bien, Abbey Road, hicieron la zona.

GA: Sí, recorrimos Europa por el TGV, el tren de gran velocidad, el TGV.

Pero el primer destino, Londres. Nos fuimos a Liverpool, hicimos Penilet. Sí, hicimos Abbey Road. Hicimos la recorrida de las casas de ellos.

GM: ¿Dónde tocaban? De Cavern.

GA: Sí, de Cavern. Hicimos Penilet, hicimos todo lo que describían las canciones. Nos explicaron que de Cavern en realidad no está ahí, sino que estaba el verdadero Cavern a una cuadra. Respiramos el aire liverpuliano. Imagínate, estoy hablando casi 30 años atrás. Todavía se respiraba el aire de los Beatles. Después me di cuenta que nosotros éramos más fanáticos que los propios habitantes de Liverpool. Que se habían acostumbrado por los dichos de sus padres y porque todavía había mucha gente y muchas señoras grandes que los había ido a ver a The Cavern, que habían sido sus fanáticas. No, ese fue uno de los viajes más lindos. Fuimos a Strawberry Fields.

GM: Ah, bueno, Strawberry Fields. Cuando uno está contento, por lo menos a mí me pasa, cuando estoy en el auto, estoy contento o estoy triste, pongo temas específicos para escuchar. Voy a esas dos canciones que me tenés que elegir, que cuando estás muy contento, no sé, te fue bien en el laburo, no tiene que ser algo por ahí tan importante. O decir, tengo mi familia sana, estoy bien hoy, estoy contento, quiero poner un tema. O estoy medio triste, extraño a alguien, etc. ¿Cuáles son las dos canciones de los Beatles que elegís para retratar cada momento y que pones en el auto?

GA: Siempre me pones en una sola. Te imaginas que como fanático a veces. A ver, cuando uno tiene que reflexionar sobre algo, sobre una decisión que tenés que tomar, lo relaciono con lo que cuenta el propio Paul McCartney respecto de cómo nace el Let it be en su pensamiento y cómo lo lleva al pentagrama y a la letra. Los Beatles a punto de separarse, él dice que sueña con su madre, por eso cuando dice When I find myself in times of trouble, Mother Mary comes to me. Mother Mary muchos pensaron que era la Virgen María, más allá de que su familia era católica, su madre Mary, su padre Jim, él dice que Mother Mary es su propia madre, la madre de Paul muere cuando tenía 10, 11 años, pero que le vino en un sueño y ante su preocupación y estrés de que él pensaba que la vida musical se le acababa después de los Beatles, su madre apareció y le dijo Let it be. Let it be es u significado de déjalo fluir, que algo va a fluir. Un poquito esa frase que en medio de perogruyo, pero no tanto, que te vas a encontrar en el camino lo que tenga que ser. Bueno, debe haber algo más allá que te dice bueno, déjalo fluir porque tiene que ser esto, tiene que ser esto.

GM¿Y en qué momento lo ponés? Los tristes son los alegres.

GA: Y cuando estás ahí medio bajón de tener que decidir.

GM: ¿Y alegre cuando estás con el júbilo a flor de piel? ¿Qué ponés?

GA: ¿Qué sé yo? Podés ver, la vi parada ahí. ¿Entendés? Y vas arriba y es la canción que yo toco cuando me junto con amigos,

GM: ¿Tocabas la guitarra?

GA: Yo tocaba en una banda, claro, cuyo líder era mi profesor y me dejaron entreverarme en su momento y tocábamos, lo hemos hecho en pubs ahí de San Isidro, de Vicente López, yo iba sin decir nada, no estaba interesado, que no supiera salvo Caro y mi familia, y después algunos miraban y decían chiste, no es Andy. Y yo estaba ahí tocando mi guitarra y me gustaba y la canción que te hacía bailar y te hacía levantar a todos era I Saw Her Standing There. Y después, bueno, hay infinidad de canciones que te podrían representar en 70 momentos distintos, sin dudas.

GM: ¿Vos sabés cuándo empezaste? Que yo te dije, no, pará, pará, vamos a hablar de Racing primero, pero dijiste que hay algo más importante que Racing, que imagino que debe ser tu familia y tus hijos.

GA: Sin dudas.

GM: 25 años con Carolina Pratt, ¿cómo mantienen la pasión? ¿Hay momentos de tienen noviazgo dentro de estos 25 años de matrimonio?

GA: Sí, tenés que tenerlo, tenés que tener noviazgo, tenés que tener tus propios tiempos, que son maravillosos porque, digamos, el matrimonio, la piedra basal, siempre uno dice, es la construcción diaria, ¿no? Y en esa construcción diaria uno va buscando esos momentos, así como somos mamá y papá y aprendemos de nuestros propios hijos y nuestros propios hijos nos enseñan y uno se deconstruye en cuestiones que no tenía ponderadas ni 10 ni 20 años atrás, después están los momentos propios, ¿entendés? Y te doy un ejemplo, hoy Monchi tiene una pijamada y se queda a dormir en lo de un amigo y la chica, o sea,

GM: Están solos, se quedan solos

GA: Es lindo la preparación, amor, porque Monchi a veces por ahí se pasa o viene a la madrugada,

GM: Obvio, cosas normales

GA: Tal cual, entonces, amor, claro, hoy vemos el tercer capítulo del Eternauta y tiki-piki-chuki-taki,

GM: Abrazadito, como hace 25 años atrás.

GA: Hay que hacerlo, hay que hacerlo, hay una sexóloga que trabaja en mi programa que dice, hay que chapar, o sea, no solo ese momento que es lindo planearlo, de decir, nos pedimos un sushito y hay que chapar siempre, yo siempre digo lo mismo,

GM: La chapás, la rayas, la sacás y la chapás,

GA: Y también cuando puedo, y yo le doy un beso y a Sofi o a Vicky, bueno, a Sofi ya no tanto, pero a Vicky por ahí le da vergüenza que lo hacemos adelante de amigos, qué sé yo, y bueno, nada, pero yo le doy un beso, le digo, hola amor, y mirá casualidad, el otro día veíauna nota que le hacían a Geraldine Chaplin.

GM: Sí, La entrevisté, la entrevisté.

GA: Yo también, cuando fue a Canal 9, tengo foto con ella, la entrevistamos con Mónica y la entrevistamos con Alexis Puig

GM: ¿Y qué dijo ella en esa nota?

GA: No, en esta nota, con nosotros no,

GM: Ah pensé que era con ustedes

GA: Pero en una nota que yo vi de un periodista español, que le hizo nota a Nixon, a todo el mundo, Serrano creo de apellido, le cuenta en ese momento que su padre y su madre, chapaban adelante de sus amigos en su mansión en Suiza, que la madre era muy ama de casa, tuvieron como ocho hijos, y que a ella le daba vergüenza, y yo me identifiqué con lo que le pasaba a una de mis hijas, yo digo, mirá mi madre, no, me quiero poner a la par de Chaplin y mucho menos, pero digo que las sensaciones, cuando era adolescente dijo, las sensaciones de la adolescencia muchas siguen siendo iguales, más allá del paso del tiempo. Que hay una etapa que le damos verguenza a nuestros hijos pero lo cual a mi no me inhibe de, seguir el consejo, no necesito el consejo de mi sexóloga, yo creo que es necesario el antes y el después, no solo el durante en cualquier pareja, no

GM: Me parece genial por eso voy a estos detalles, que los detalles hacen a las grandes cosas. Dejás un chocolate, dejás una rosa, los aniversarios, una caricia, un poema. ¿Dónde está ese Andino romántico para con tu esposa Caro?

GA: El chocolate para Caro es fundamental

GM: ¿Ah sí? Dulcera?

GA: Sí, a mí dame una picada, a Caro dale una cajita de chocolates ricos y con eso 1 a 0

GM: ¿Y le dura la caja de chocolates o muere rápido?

GA: No porque yo no soy de comer mucho

GM: Es para ella lo va dosificando

GA: Le chorea más Vicky, está dividida la familia.

GM: Pero es tu demostración romántica de regalarle chocolates.

GA: Sí, pero también soy de comprar flores o de, no sé, de regalarle ropa o decirle mi amor me encantaría que esto lo uses esta noche, ¿entendés? Obvio que hay que hacerlo. Me encanta y lo usa y yo todavía, no tengo vergüenza en decirlo, mi mujer va caminando y yo todavía me doy vuelta y miro, y la miro.  Caro se va y yo la miro, me encanta mirarla.

GM: Ah, la contemplás. Sí, sí, sí. Como si fuera una obra de arte.

GA: Como si fuera la primera vez que estoy viéndola, ¿entendés lo que te digo?

GM: Como aquella vez que te la cruzaste en el pasaje Heli de Canal 9.

GA: Sí, sí. Éramos tan chicos.

GM: 26, 21, ¿no?

GA: Exactamente, en el año 1995. Pienso que Caro tenía 29, 13 años menos que mi hija Sofía y digo cómo cambiaron los tiempos también en ese sentido. Caro, estudiante de arquitectura y yo, joven conductor de 9 diarios. Esas locas ideas disruptivas que tenía Romay de decir, a partir de este año quiero dos conductores jóvenes. Yo estaba, yo había hecho cinco años en Canal 13. Después me muere mi viejo. Bueno, yo hacía, no conducía, yo hacía notas para el noticiero y hacía el móvil de Pinky, de un programa llamado Tele Pinky, con Lidia, que también fue una gran maestra, Lidia Satragno. Y me llaman para hacer Nueve diario. Y bueno, eso fue en el 91. En esos años viene la gran etapa, las revistas, etapa de revista, etcétera. Y en el año 95, Caro no va por ningún casting de nada, yo la veía con esas cosas grandotas cuadradas que tenían para dibujar y haciéndome el galán, salgo, la veo y digo, “qué divina”. “Hola, ¿cómo estás?” Haciéndome el gil. “Hola, ¿cómo estás? ¿Venís acá? No, soy estudiante de arquitectura, nos mandaron a hacer un estudio de los canales, cómo es lo de edilicio”. Y digo, ¿y ahora cómo sigo?

GM: Claro

GA: Porque si no va a venir a un casting.

GM: No, cuál es tu Instagram.

GA: Claro, yo te puedo enseñar por adentro cómo es el canal, porque no dejaban entrar a cualquiera. Y además, todavía no había hecho el noticiero. Tenía que hacer el noticiero y rezar para que me esperara. Bueno, le digo, mira, yo te puedo mostrar que yo. Estaba con compañeros, todos miraban y me dice “bueno, dale” termina. Yo hacía de 8 a 9 el noticiero, 30 puntos de rating en ese momento, una cosa infernal. Ni me saqué el maquillaje, fui corriendo y estaba. Pero ya estaba sola.

GM: Ya estaba sola, chicos, vayan vayan

GA: Sí, se fue, no sé. Y esa fue nuestra primera caminata. Yo vivía a tres cuadras del canal, vamos caminando, paro en un kiosco, le digo: “¿te puedo regalar algo de acá?” Elige el famoso alfajor del pequeño Jorge y cuyo papel todavía guarda.

GM: Ah, romántica ella.

GA: Sí, papel que está en el museo que tenemos en casa.

GM: En Andinolandia.

GA: En Andinolandia. Hacemos tres cuadras caminando, llegamos a mi casa, me comporté como un caballero, le digo, mirá, yo vivo acá, un día cuando quieras tomar un té, ahí me cortó como un queso.

GM: ¿Y cómo te cortó como un queso? ¿Qué te dijo?

GA: A lo mejor pensó que yo estaba ahí en ese momento. Me dice, bueno, bueno, yo en otro momento, en realidad yo estudio en la Ciudad Universitaria y vivo en Banfield en Adrogué, en realidad. Pero en otro momento, si se da, le digo, teléfono de línea o nada. Bueno, le digo, ¿te puedo pedir tu teléfono? Y a partir de ahí, a los dos, tres días, llamé. Charla de tres horas.

GM: Pará ¿Te atendió ella?

GA: Me atendió el papá.

GM: Eso es lo que voy, que en otra época vos llamabas por teléfono y no sabías quién te iba a atender.

GA: Exacto, era una lotería. Quién te iba a atender y cómo te iban a tratar

GM: Claro, ¿y quién sos? ¿De parte de quién? Era el de parte de quién.

GA: Sí, me atendió Norberto, mi amado suegro, que falleció lamentablemente en el año 2010. Llamó, 242 me acuerdo perfectamente el teléfono. Y “hola, sí, es la familia de Prat?” “Sí, ¿quién es?” “Soy Guillermo Andino”.

GM: Le dijiste nombre y apellido.

GA: Sí, sí, sí. ¿Qué tal? ¿Cómo te va? ¿Con quién querés hablar? Ya sabía todo. “Quiero hablar con Carolina”. ”A ver, sí, sí, esperame un segundo”. Tenía una centralita. Yo digo “hola”. Bueno, y de ahí en más, una charla de tres horas. Yo le he llamado a la salida de 9 de diario, llegué a mi casa, ni morfé, 9 y 10, 21: 10. Hasta las 12 de la noche. Y pasaba la medianoche.

GM: Ahora, construyeron una familia maravillosa. Tengo el placer de conocerlos. Carolina también es una gran persona. Pero en los avatares de la vida, de las pérdidas, etc, tuvieron que remarla en dos momentos particulares, que fueron las pérdidas que tuvieron de estos embarazos.

GA: De dos embarazos. 

GM: Claro, porque hay siete años entre cada hijo

GA: Podrían haber sido cinco.

GM: Claro, podrían haber sido cinco, tal cual. ¿Cómo se unieron? ¿Cómo recuerdan ese momento ustedes? Si en algún momento tocan el tema, porque eran más jóvenes, había otro contexto.

GA: Son esos golpes que te da la vida. Nosotros buscamos y Sofi vino enseguida. Y nos dijimos cuenta que no todo el año es carnal, que no siempre es así. Y cuando vino, tres años después de Sofi, el segundo embarazo. Uy, qué bueno, pero no digamos nada. Todos te dicen que tenés que esperar tres meses. Bueno, no, pero ¿por qué nos vamos a decir si es lo más lindo que nos puede pasar? Dijimos a nuestra familia. Y bueno, lamentablemente Caro tiene una pérdida, una hemorragia muy grande, tuvimos que llamar a la ambulancia. Y bueno, el diagnóstico era la pérdida del embarazo. Y nos dimos cuenta que esas cosas podían pasar. Y nos dimos cuenta además que era más recurrente que pasara a que pudiera ser viable. A ver, descubrimos que nuestra familia, muchos en el consuelo nos venían a decir tías, mi mamá perdió mellizos después de un vuelo. Y bueno, el consuelo es chicos, miren que hay oportunidad de vuelta, etcétera. Bueno, la hubo, vino Vicky. Y en el medio de Vicky y Ramón, uno va creciendo también, te vas poniendo un poquito más riguroso en el cuidado. Fue un embarazo más avanzado que también se pierde porque había un desarrollo que lamentablemente no venía bien. Y también, bueno Caro, lamentablemente el hombre propone, Dios dispone y también hace una pérdida, una expulsión. Bueno, pasó y después vino Ramón.

GM: Pero ¿cómo atravesaron esos momentos? Porque es importante.

GA: Mucha tristeza, mucho dolor.

GM: La vida sigue. Yo me acuerdo Guillermo, yo lloré en tu programa cuando hiciste Siempre Listos.

GA: Perdón.

GM: Tenemos todo el tiempo del mundo. Estamos aquí en la hora. No era la intención para nada. A mí me tocó llorar en tu programa de Siempre Listos. Pero acá quiero tocar algo, un tema muy importante. Lo hago el disparador autorreferencial porque hoy tengo el placer y el orgullo de poder entrevistarte.

GA: Me mandaste la foto el otro día, no lo podía creer.

GM: Sí, era muy chico y hoy con orgullo estoy empezando este rumbo acá, en este histórico edificio.

GA: Lo bien que lo haces. Me encanta la carrera que hiciste y este inicio que es maravilloso.

GM: Gracias, gracias. Pero bueno, cuando fui, me largué a llorar porque yo iba a quedar paralítico, un tumor en la médula y esos ojos que tengo frente a mí, que están emocionados, te emocionaste. Incluso cuando, porque yo me paré, no tenía pensado lo que iba a decir, me quebré, no era de contar tan en detalle lo que a mí me ha pasado. Era un milagro de la Virgen de San Nicolás por un tumor en la octava dorsal, donde iba a quedar paralítico y estoy acá sentado, puedo caminar, a base de mucho esfuerzo, 10 años para poder estar bien. Pero más allá de eso, era dar mi testimonio de fe de que se puede y con tu testimonio recién estás diciendo que se puede seguir adelante. ¿Cómo es tu relación con la fe? Porque un tiempo después, miren qué loco, estoy caminando por el campito de la Virgen de San Nicolás, muy poco tiempo después, y te cruzo con Carolina, y estaba tu hija mayor, y fuimos a la santería de Mónica Cordero, que también había ido a dar su testimonio, y tenemos la foto ahí también, y que son esas cosas mágicas que suceden, porque si tal vez queríamos encontrarnos ahí no lo hubiéramos podido hacer, fue de manera muy natural. Y estoy viendo que vos empatizaste conmigo cuando yo lloré, incluso vamos al corte y vos dijiste vamos a sacarnos una foto y me abrazaste.

GA: Por supuesto, mirá, yo me acuerdo en la reunión de producción que tuvimos en aquel momento con Eduardo Chactura, un productor a quien lamentablemente murió muy joven, con todo el equipo, con Gabriel Buono, con mucha gente después hizo una gran carrera en la tele, porque nos propusimos algo en el contexto de lo que es un programa magazine, y estamos hablando del año 2000, 2001. Dijimos hagamos notas que puedan ser esperanzadoras. Yo siempre me fijé como objetivo en los programas que llevé adelante, ya sean noticieros, magazine, ser un medio entre la persona que te está viendo y que necesita algo, y aquel que pueda aportar ese algo, que puede ser de una silla de ruedas hasta un mensaje de esperanza. Y yo me acuerdo la charla en producción que tuvimos sobre tu caso, dijimos ideal, porque cuánta gente hay que está padeciendo lo mismo que este pibe. ¿Cuántos años tenías?

GM: Tenía 17, y hacía 4 que me habían operado.

GA: Además viniste con tu familia, y fue una nota que recuerdo, fue muy comentada, no existían las redes, nada, pero llegaban cartas, nos llamaban por teléfono, y dijimos los programas van a valer la pena en tanto estas notas tengan repercusión, porque todo lo otro está, todo lo otro, la parte que venía Romero con los animalitos, la actualidad, pero esto era el, digamos, el corazón del programa. Por eso me acuerdo, me acuerdo mucho de eso, Gustavo, y de tantas otras notas, de gente que después, a lo largo de la historia del camino, me vino a ver América o a la puerta de Canal 13 para agradecer, porque es lo mejor que te podés llevar, poder darle una mano a la gente a través de los medios de comunicación. Y mi relación con la fe, como católico, como una persona criada en la enseñanza marista y marianista, y yo soy licenciado en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Sociales de El Salvador, donde Bergoglio, como jesuita iba a dar charlas y nosotros no sabíamos sin imaginar que ese hombre joven, a fines de la década del 80, cuando yo estudié la carrera, iba a terminar siendo el Papa, ¿entendés? Pero lo tuvimos ahí, lo tuvimos ahí. Después no daba notas, intenté hacerle notas cuando el kirchnerismo decía que la principal oposición era Bergoglio pero nunca lo pude lograr.

GM: Pero lo conociste? ¿Fuiste al Vaticano? ¿Lo conociste? En audiencia

GA: En el Vaticano sí como Papa, pero yo lo quería hacer como Cardenal

GM: Como Cardenal de Buenos Aires.

GA: Exactamente. ¿Pero a qué voy con esto? Volvamos al tema de la fe. Yo creo que hay algo. El otro día me preguntaron, ¿Caro es la persona con la que más hablás? Le digo sí, Caro y a la par la Virgen María. Porque creo, porque es el dogma, es creer o no, ¿entendés? Por eso están los agnósticos, los ateos, los musulmanes, los que profesan la religión judía. Yo creo que en el fondo es un mismo Dios, pero vos elegís o heredás y creés y también tenés tus bajones. Yo cuando se murió mi viejo me enojé con la iglesia. 

GM: Ahí perdiste la fe como dejaste de rezar.

GA: Me enojé.

GM: ¿Y te duró cuánto?

GA: Y me duró un tiempo, me duró un año, te diría. Hablé con muchos de los que habían sido mis maestros y profesores. Me dijeron, mirá, tenés toda la razón en enojarte, pero pensá que la religión pondera también la muerte y que después de la muerte, si es un alma buena como lo fue tu viejo, están en un lugar mejor. Pero viste, es tu viejo, tenías 50 años, la puta madre, ¿por qué a mí? Pero empecé a comprender un poquito más. Y vuelvo a la fe y galvanizo mi religión y nunca más me separé cuando en el año 88 por ahí, tuve tuberculosis y estuve a punto de partir. Una enfermedad que supuestamente es extemporánea. Bueno, yo la tuve y lo que me llevó a preguntarle a mi vieja si yo me había vacunado contra la TBC y me dijo no, porque en aquel momento, cuando vos eras chico, las partidas habían venido algunas mal y habían generado algunas deformación o retrasos, qué sé yo, bla, bla. Y bueno, nada, pobre, mi vieja lo hizo pensándome así en un bien. Otra noción, fines de los 60.

GM: ¿Y estuviste muy grave con la tuberculosis?

GA: Estuve en una etapa 2, 1, 2, 3.

GM: ¿Que sería terapia intensiva?

GA: Estuve con un pulmón muy tomado. Me atendí en un hospital público, el Hospital Francés, con un doctor, yo siempre me río, mi doctor se llamaba Matta, de apellido, con doble T, el doctor Matta, que a mí me salvó la vida y a mucha gente, a mucha gente. Pero estuve un año, a ver, cuatro o cinco meses para recuperarme, tuve que salirme del laburo, tomando Rifapicina con una inyección por día, que eran como unos granos, no era líquida.

GM: ¿Pero sentiste que te morías?

GA: Fue la primera vez que tuve noción de la muerte, de que me podía pasar, de que me podía pasar. Y tenía 20 años, porque a los 20 años te sentís Superman. Y bueno y me tocó porque yo hacía notas en lugares donde me podía contagiar.

GM: Y ahí la fe, te aferraste.

GA: Sí, te juro. Me tuve que ir, me tuve que aislar, me tuve que ir a una quinta, me fui con mi mamá y mi abuela a una quinta que teníamos en La Reja en Moreno. Entré muy flaquito con la enfermedad y mi vieja y mi abuela me cocinaban. Ahí tenías que comer, recuperarte y seguir estrictamente con la medicación.

GM: Acá. Tus hijos están bautizados.

GA: Sí. Los tres. Sí, sí, sí.

GM: ¿Rezás a la noche? ¿En qué momento rezás? ¿Le hablás a la Virgen María? ¿Qué advocación te gusta de la Virgen María? Porque hay diferentes advocaciones. Yo soy de la Virgen de mi querida, bellísima ciudad de San Nicolás, que es donde no cruzamos.

GA: La mía, por lo que te decía, por educación, la imagen de la Inmaculada Concepción, rodeada de ese halo y de su túnica celeste, me encanta. Le recé todos los días de mi vida durante la primaria. La congregación marista es una congregación fundada por el ya santo Marcelino Champagnat. Es una congregación de origen francesa y me encanta la imagen
de la Inmaculada Concepción. Después sí, la Virgen de Luján, hemos ido. La Virgen de Rosario de San Nicolás, donde nos encontramos. Sí, la Virgen María como protagonista de la historia del Salvador, Jesús tiene, para mí, un lugar preponderante, sin dudas.

GM: ¿Y le rezás a la noche en el auto o no rezás y simplemente hablás?

GA: Mira, este saco es del canal y me lo trajo hoy Celina, la vestuarista, que la amo. Pero yo siempre tengo acá una estampita de la Virgen de Luján, la tengo presente. Le rezo mucho a la Virgen de Luján, me encanta también su imagen y el milagro, el hecho de haberse querido quedar, ¿entendés?, allí en Luján. Y rezar es hablar, entonces vos hablás, Virgencita. Yo todos los días cuando entro al estudio de televisión pienso en mi viejo y en la Virgen. Digo, bueno, uno más, vamos y vamos. Y eso también es rezar.

GM: Claro, claro. Y justamente, bueno, en Las mañanas con Andino, acá en este histórico edificio, que le pedís ahí y hablás ahí y recordás a tu viejo, mantenerse lo más difícil que hay en esta carrera, o en cualquier carrera, mantenerse. Pero sos un profesional y cuando ya al día anterior estás produciendo el programa del día siguiente, apenas terminó, o arrancás a la mañana tranquilo o tratás de escindirte un poco, un rato.

GA: Nosotros terminamos a las 12, a las 12, 12:05 estamos charlando en el estudio con mi productora, con Angie Ávila, alguno de los chicos que se quiera quedar, Germán Marcucci que hace policía, Gustavo Kufner, Deporte, Guido Zafora en espectáculos. Ahí empezamos a tirar las primeras líneas, hacemos una evaluación, voy al camarín, relajo un poquito, esos
20 minutos que tardé para venir acá, y después es el día, porque ¿qué pasa? Existe la vida,
está la familia, me gusta ir a buscar a Monchi al colegio, hacer cosas que no pude hacer
con Sofi y Vicky, porque yo hacía los dos noticieros, hice dos noticieros durante gran parte
de mi vida, mediodía y noche o tarde noche, a veces noche y medianoche.

GM: Y te lo reclaman, ya que me abriste esa puerta, Vicky y Sofi,¿te reclaman esa ausencia?

GA: No ¿Sabés por qué no? Porque comprenden y porque siempre me busqué un tiempo para darles y porque creo que lo que te van a agradecer tus hijos no es, bueno si le podés dar un departamentito también te lo van a agradecer, pero lo que más te van a agradecer es el tiempo que les dedicaste, no tengo la menor duda de eso. Y Sofi con 24 años se acuerda de charlas, papá, ¿te acordás de esto? Que son momentos, yo a Sofi la dormí todas las noches de sus primeros tres años, porque al hacer los dos noticieros le debía, entonces le contaba el cuentito y se acuerda perfectamente, hasta que se dormía y salía despacito, que era caminar en brasa porque si se despertaba no podíamos cenar, teníamos a Sofi solo con Caro, mientras Caro cocinaba, ¿entendés? Esa era mi ocupación y charlábamos y esto y lo otro, bueno. Con Vicky intenté hacer lo mismo, pero Vicky no se dormía, entonces le dedicaba otro tiempo.

Me acuerdo que veíamos un dibujito que se llamaba Agente oso, entonces yo le traía cosas a gente oso, dibujábamos y a Monchi, con Monchi tuve, cuando nació Monchi yo me voy al noticiero al mediodía, digo bueno ahora voy a hacer un solo noticiero, entonces dije si voy a ser padre y abuelo ya casi, le quiero dedicar tiempo.

GM: No, pero hay un imaginario en este sentido, lo que te digo Guille, que por ahí para la gente que no es parte del medio, cree que uno lo maneja de taquito esto y no, por eso está bueno que lo cuentes con tan 38 años de laburo.

GA: Tenemos un grupo de laburo que permanentemente manda Germán de Policiales algo, miren esto para mañana, lo vamos analizando. Vos estás todo el día, mientras a lo mejor estoy yendo a buscar a Monchi, llevándolo a fútbol, jugando con él, Monchi aguantame un toque, esto va a la final, para arrancar mañana, entonces estás y después sí, a las 7 de la tarde dedico media hora, 40 minutos a hablar con mi productora para ir haciendo digamos las líneas, los trazos principales, pero muere Francisco a la madrugada y todo lo que hiciste afuera. Exacto y vamos que a mí me solo para mí me gustan, esto decíamos con Mónica, coincidíamos en esto, los programas sin red eran los que más adrenalina te traía, lo que estaba sucediendo en ese momento, tal cual, que te quedabas a vivir, nosotros nos acordamos cuando murió Alfonsín, el atentado a la embajada, los hechos catástrofes, la caída de las Torres Gemelas. Todos esos hechos que no los tenías ponderados, porque vuelvo a lo mismo, el hombre propone y Dios dispone, que son adrenalíticos, vos lo vas haciendo en el aire el programa, a mí me encantan, a mí me encantan los programas sin red.

GM: En Las mañanas con Andino de 10 a 12 acá en la TV Pública, veo desde mi punto de vista un Andino disfrutando de la conducción, ¿cómo te autodefinís hoy como conductor? ¿Qué conductor estás siendo hoy Andino?

GA: Un conductor más, para no sentirme mal, profesionalmente relajado, ¿se entiende? Sí, y como con todo el respeto a lo que uno tiene que saber todos los días, como en el living de mi casa, charlo, me divierto, obviamente buscas el último momento, buscas la info, muchas cosas también pasan en el aire, pero me siento feliz en esta casa, esta casa que llega a 40 millones de personas, la TV pública es arrasadora, avasalla en cuanto a su llegada, de ahí lo que yo considero injusto en la medición muchas veces, que mide el AMBA, la TV Pública es Gardel, es Maradona, haciendo el gol a los ingleses, es Messi, campeón en Qatar, en el interior, que tampoco deberíamos llamarle el interior, en lo que resta de los lugares donde no se mide, ¿entendés?

Entonces me encanta estar acá, me habían ofrecido en anteriores ocasiones, ya tenía, o estaba muy bien con lo que venía haciendo, o tenía un año más de contrato en el lugar donde estaba, y salir en mi lugar de confort y la verdad que estoy feliz de la decisión que tomé, que ya venía de un año antes, de mitad del año pasado, donde por primera vez me llamaron, ché, ¿te gustaría? ¿qué te parece? Va a haber una concepción, hay una concepción nueva de TV Pública, donde uno tiene que venir a pelear por lo suyo, bueno, empecé a explorarlo, y acá estamos.

GM: Son muy joven, todavía hay largo trecho.

GA: Tengo 57 años, pero me siento joven.

GM: Claro, eso es importante. ¿Qué anhelas, qué te gustaría hacer, que no hiciste hasta ahora, en un futuro? Puede ser hasta escribir un guión. Nicolás Repetto, por ejemplo, va a dirigir una obra y escrita por él. Digo, ¿qué anhelás, qué soñas, qué te gustaría hacer?

GA: A ver, ¿a nivel laboral siempre estrictamente?

GM: Lo que quieras, hagamos laboral y personal, esto es una charla, lleválo donde quieras Guille

GA: Para ser nueve de Racing ya no me da, pero a mi me hubiese gustado ser jugador de fútbol, de hecho yo en su momento me probé en Ferro

GM: Sí, ajá. ¿De qué jugabas?

GA: De nueve

GM: ¿De nueve?

GA: Sí de nueve. Empecé de chico jugando de central por la altura pero después me gustaba

GM: Meter los goles

GA: Cascarme con los centrales, sabía de qué se trataban los dos puestos. Era la época de Griguol en Ferro. Bueno tenías que ir a entrenar y a mi me gustaba salir, te agarra la adolescencia, entonces llegaba el momento del partido, vas al banco, no te ponían dije “bueno, me voy a dedicar al fútbol pero para con mis amigos, etc”. Entonces, bueno, ya eh no puedo ser el 9 de Racing pero el día de mañana a lo mejor me veo por ahí detrás de cámara

GM: Programador, productor

GA: Sí, produciendo, sí, sí, tal cual. Que de hecho uno ya es productor, no?

GM: Sí, claro

GA: Sí, sí, tal cual. Hay formatos que a lo mejor todavía desconozco que pueden venir

GM: Te gusta la parte esta del mensaje, lo solidario tal vez, o buscar algún formato de eso

GA: Bueno, de hecho lo hicimos con Caro mucho tiempo. Cuando hacíamos, se llama Andino y el país, yo le quería poner Por una Argentina solidaria pero Román Lejtman, amigo y director en aquel momento de noticias me dice “Sabés lo que pasa que si un día hay algo de último momento que pasa en Argentina tengo que hacer mención en el título al país, le tengo que poner tu nombre Andino y el país porque me vas a tener que hacer el vivo, que de hecho a las dos semanas nos pasó con un terremoto en Chile cuando el programa que teníamos para hacer de solidaridad tuvo que ser reemplazado por la actualidad.

Entonces lo que digo, siempre hay a lo mejor un formato nuevo para descubrir, que puede ser de juegos, que puede ser de lo que sea. Un libro escribí

GM: Bien, el árbol lo plantaste

GA: El árbol lo plantamos

GM: Hijos los tenés

GA: Exactamente pero a lo mejor hay algo que ni siquiera sé. Viste esas oportunidades “che te gustaría hacer esto?” Por qué no, por qué no. Hacer una pequeña actuación, el otro día lo hablaba con Darín, me lo crucé en la calle, el camina por las calles de Palermo

GM: Sí, sí, vive en Palermo

GA: Como todo si fuera un vecino mas

GM: ¿Y te lo chocaste?

GA: Si

GM: ¿Y qué te dijo, qué hablaron?

GA: Le dije “Ricardo un minuto en tu película”, y me dice “y por qué no”

GM: Y por qué no?

GA: Yo dije ¿en serio?

GM: Sabés aparecer en El Eternauta, con una máscara ahí, y esos ojazos, entre los ojazos de Darín y los tuyos ya está, viene la segunda temporada Ricardo, dale acá lo tenés

GA: Nada pero para despuntar el vicio, no

GM: Me gusta, me gusta hay una parte artística en vos

GA: Es que uno acá también es un poco de arte escénico. A ver no mentimos nada pero vos tenés que tener un contexto de escenografía, no esconder tus sentimientos. Esto lo hablaba mucho con Fernando Bravo y Rozín. Nos peleábamos a ver quién era de los tres el más llorón, te darás cuenta que yo soy un llorón. Pero me sale y no lo escondo, no hay que esconder los sentimientos en la tele

GM: Bueno Héctor Ricardo García, un prócer del periodismo decía “la cámara no miente”

GA: Tal cual

GM: Lo que te está pasando, la gente lo ve. Si lo querés mentir, la gente se da cuenta

GA: No me cabe duda de eso. A ver, García, Romay, Goar Mestre, Yankelevich, bueno es injusto porque uno se olvida de algunos nombres, Suar

GM: Hadad

GA: Daniel Hadad, claro que sí, están ahí, son tipos que han creado. Para mi, yo admiro mucho los creativos. Yo hablaba mucho   Gerardo cuando hicimos Es por ahí, el programa lo parimos juntos y Gerardo que era un cibarita me llevaba a Don Julio, entendés o a cualquier otra, por ahí después caímos a otro lugar, pero viste, yo decía buenísimo, estuvimos dos, tres meses casi todos los días yendo a morfar. Diciembre, febrero, marzo, qué nombre le ponemos, quién puede venir, qué esto, qué lo otro, lamentablemente Gerardo después se nos fue pero quedamos con Iván Drinco haciendo el programa, con quien era su productor y bueno, digo, admiro la creatividad, vos nombraste a Repetto, Repetto ha sido un creativo toda su vida

GM: Disruptivo

GA: Totalmente, totalmente, un gran conductor.

GM: Viste que hay algunos hermanos que están peleados, ¿cómo fue tu relación con Marisa, tuviste algún momento?

GA: La leyenda de la pelea con mi hermana, inexistente

GM: No lo sé, no lo sé, te juro que esa historia no la leí ni la sé, por eso te digo, ¿tuviste algún distanciamiento en algún momento?

GA: Las peleas que tuve con mi hermana era de chico y mi vieja retándonos, el otro díafuimos a comer con Marisa.

GM: Viste que ahora se le llama bullying a todo, le hacías bullying o ella te hacía bullying a vos?

GA: Era sabés qué, las cinco horas, el típico viaje a Mar del Plata. Y teníamos la revista de Paturucito y yo se la sacaba porque ya la tenía que terminar de leer y mamá, y mi mamá que se daba vuelta y basta, basta y yo también viví la frase van a ir pupilos, entendés todo eso, pero esas eran las peleas que teníamos con mi hermana, pero no, hoy nos acordamos y nos reímos mucho, pero no, yo no podría estar peleado con mi hermana, o sea, podés disentir en cuestiones que tienen que ver con la vida misma en cualquiera de los rubros que se presenten, entendés, en la crianza de tus hijos, en política, en esto, en lo otro, pero somos hermanos y muchas veces hablando que vemos que la cosa estamos por engranar, no sé, me bajo los anteojos y le digo Mari, soy yo. Y lo mismo pasa del otro lado.

GM: Claro. Voy a los miedos, ¿le tenés algo, le tenés miedo?

GA: Y si, somos personas con rasgos humanos en donde el miedo es imposible que no esté presente.

GM: ¿Y dónde lo identificas, a qué lugar te lleva la palabra miedo?

GA: A ver, te diría que hay un paso previo a dejar de existir que es la forma en que uno deja de existir. Yo creo que cuando lo pienso, que trato de no entreverarme en eso, porque me siento vital, joven, cuando te agarran algún miedito, algún cagacito, es de qué forma será, a la forma en que esto puede.

GM: Una enfermedad neurodegenerativa, por ejemplo.

GA: Eso sí me da miedo.

GM: También teniendo en cuenta que quien está al lado lo padece.

GA: Exactamente, y lo he visto en amigos, lo he visto en mi familia, la hermana de Caro, que muere de un cáncer de mama.

GM: ¿A qué edad?

GA: A los 42 años.

GM: Muy joven.

GA: Demasiado. Divina, como persona, como ser humano, que lamentablemente tiene uno de esos tipos de cánceres en una mama, que se da uno en un millón, que se absorbió rápidamente pero que hizo metástasis, y se descubre el cáncer ya en metástasis. Entendés, hígado, cabeza, y ver el sufrimiento el padecimiento de Caro, terrible, en pandemia,

GM: A no hace mucho

GA: Yendo todos los días a visitarla. No, no, no. Año 2020

GM: En ese contexto que no se podía despedir a los familiares, no podías abrazar.

GA: Exacto, tal cual, en ese contexto. La mala suerte de no haberlo podido descubrir, y mi cuñada que se hizo exámenes previos, como se hacía en diciembre, se iba con su marido, con su pareja, de vacaciones afuera, se hizo un chequeo, estaba todo bien, volvió, estaba cansada. Bueno, un año exacto, de marzo a marzo. Y vos ves la degeneración, digo, corporal, y decís no quisiera que fuera esto.

GM: ¿Con tus hijos? Viste, hoy están las redes sociales, hay grooming, hay de todo. Deep web, y los casos que a vos también te ha tocado en tu carrera presentar.

GA: Investigar, sí, por supuesto.

GM: Los miedos con tus hijos, con Vicky y Sofí.

GA: Sofí ya es una mujer de 24 años, que también nos ayuda a nosotros. Vicky, como adolescente, ya comprende. Aquí hay que mirar más esa Monchi, sin dudas, porque los pibes hoy nacieron con todo esto. O sea, fijate que para Monchi es raro y divertido que yo le muestre en mi museo una televisión, la prendo en blanco y negro y que de vuelta a los canales, ¡taca, taca, taca, taca! ¡Uy, a ver, y prueba! Y es de cavernario. Pero ellos nacieron con redes y con acceso a muchas cuestiones donde uno tiene que poner filtro y además…

GM: ¿Controlás?

GA: Sí, por supuesto. He hecho infinidad de notas. Cuando hacíamos Documentos América, hemos hecho la trampa misma ayudados por la gente de la Superintendencia de Delitos Informáticos y de grooming, que se ponían en papel de adolescentes y nos decían, miren, vamos en tal lado o lo hacíamos nosotros mismos. Descubríamos que había algún pedófilo detrás de alguien que nos venía a ver, una mamá, un papá, y lo seguíamos nosotros y le hacíamos la emboscada y con la cámara abierta.

Me acuerdo un caso en el zoológico de una persona que se escapa, Facundo Pastor corriéndolo atrás, el tipo que se escapa se sube un taxi diciéndole… El tachero lo hace bajar y la policía que llega y lo detiene ahí en el momento. Pero sí, hay que estar muy atentos, hay que estar muy atentos respecto de quién está detrás de lo que están viendo nuestros hijos y también hay mucho mensaje subliminal. Entonces, sin duda, la era digital tiene lo bueno y lo malo.

GM: Sé que te sentí joven pero se me ocurrió hacerte esta pregunta, Guillermo Andino, abuelo, ¿qué te despierta? Porque van a pasar entre un par de años.

GA: Ojalá, me encantaría.

GM: ¿Te imaginás? ¿Te proyectás por momentos? ¿Lo has pensado?

GA: Sí, me encanta. Con Caro decimos, te imaginás cuando, nosotros vivimos en la misma casa hace 22 años, 23 años.

GM: Se casaron, dos, tres años y se fueron a vivir ahí.

GA: Exactamente. Y los vimos correr por ahí, jugar, darse tropezones. Decimos, mirá cuando sean nuestros nietos los que hagan lo mismo que hicieron nuestros hijos. Ayer estábamos en un shopping y vimos un cartel que decía, bienvenidos a la casa de los abuelos, hotel de los hijos, guardería de los nietos. Y nos causó mucha gracia. Y se lo compramos a un amigo mío, que es el padrino de Ramón, que es más grande que yo, que lo conocí cuando fui por primera vez a Canal 9. Y él vive eso. ¿Por qué? Porque lo que no pudo hacer con los hijos, porque laburaba un montón, hoy lo hace con los nietos y su casa es una guardería y lo van a buscar al jardín de infantes. Y los hijos cuando se tienen que mudar y la casa no se la entregan, se van a vivir ahí, es el hotel de los hijos, ¿entendés? Y es la casa de los abuelos. Y nos decimos, ojalá que nos pase eso, ojalá. Lo que queremos, yo siempre le digo a Sofi y a Vicky, ojalá, lo único que les deseo es que ustedes se encuentren a una pareja que las ame de la manera que yo amo a la mamá de ustedes. Después con eso peleás la vida. No voy al cuentito lírico de contigo pan y cebolla, me gustaría que tengan trabajo, que el país les dé la oportunidad.

GM: Que laburen.

GA: Exactamente. Que tengan la posibilidad de laburar y que se ganen lo propio. Pero también me encantaría que sus hijos corran por ahí y nosotros vamos a estar atrás preocupados, igual de preocupados más que lo que nos preocupamos con los golpazos que se dieron todos alguna vez. Se te viene el mundo abajo cuando te pasa eso.

GM: ¿Creés que va a ser eso? Lo que estás sintiendo hoy, con todo el bagaje de criar tres hijos, ya más grande, ¿que te va a pasar lo que te está pasando hoy con Las mañanas de Andino?

GA: Sí, yo creo que ojalá, yo le auguro una larga vida, pero te repito, es uno y el contexto, es un muy buen equipo. Yo creo que no hay ningún conductor atrás que se pueda sostener si no tiene un buen equipo y una buena producción atrás. Esto que estamos viendo de El Eternauta, de que nadie se salva solo y es verdad, y viceversa. Entonces yo estoy muy entusiasmado con hacer este programa y con todavía estar vigente con casi 40 años en esto.

Me ha pasado la vida convivir, ser contemporáneo del 87 para acá, a infinidad de hechos que marcaron antes y después en los argentinos y en el mundo. Y cuando pasa algo, todavía siento la necesidad de estar en una redacción o de juntarme con la producción de mi programa si es que no estoy en el noticiero. Y entonces digo, me doy cuenta, estoy vivo todavía en esto. Lo malo es cuando vos creés que si empezás tu programa a las 10 de la mañana, podés llegar diez menos cinco, que un día te puede pasar porque Dios no lo quiera, chocaste o no sé, te pasó algo o lo que fuere. Pero todavía no me pasa. Y esto que te conté antes, de estar con el programa y de venir acá y de charlarlo y de ver, es algo que me da la sensación que esto me sigue entusiasmando, gracias a Dios.

GM: Estamos vivos. Guille, mirando la cámara, a tu cámara, decinos después de todo lo que hablamos, a la gente que está mirando, qué es para vos la pasión, ser apasionado?

GA: La pasión es algo que nos lleva a construir los sueños que después pueden ser realidad o no. Pero a los que no tenemos que renunciar, a lo mejor tenemos que cambiar la fórmula. No renuncien a la pasión, vívanla. Nos podemos golpear y puede salir bien, pero la pasión es lo que nos mantiene vivos e intactos.

GM: Muchas gracias y bendiciones de Dios a todos.

GA: Gracias a vos, Gustavo

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